

Reflexiones. (Advertencia: puede haber spoilers de la película)
Es injusto plantear si la película responde a los hechos reales, si los describe con fidelidad o no, es decir, si se trata de una versión sesgada de una historia reciente y ancestral cómo es la violencia para resolver problemas económicos y sociales. Ya se trate de guerras o revoluciones, en especial si consideramos a estas como guerras entre facciones de un mismo territorio.
Es una película de guerra sin actos de heroísmo, sin escenas de combates. La tensión se mantiene constante, es imposible distraerse, el espectador es sumergido en el clima que propone el filme. Es importante el papel de la fotografía que ha reemplazado a la música para generar suspenso y verosimilitud. Las tomas espían las reacciones de los protagonistas; primeros planos que escarban en la piel para descifrar el alma de cada uno, para evidenciar las emociones que explican los cursos de acción tomados. El color acompaña cada escena, sin desentonar ni distraer la atención, matices exactos que juegan a facilitar la comprensión. Cumple el papel del coro en la tragedia griega.
Aunque no se la muestra, la guerra está presente en cada conversación, en cada palabra. Es una presencia que asfixia. Es el ruido de fondo que interroga a los responsables de tomar decisiones que se convierten en víctimas y muertos. Y no solo los involucrados en ese presente en forma directa, hay un ojo en esa realidad y otro en futuro, en los que vendrán, en los que estarán condicionados por estos hechos. Es imposible no recordar la frase de Clausewitz: «La guerra es la continuación de la política por otros medios». Él sostenía que la guerra moderna es un «acto político». Las decisiones estratégicas militares durante el conflicto son tomadas en soledad por la Primera Ministro y se encuentran subordinadas al factor político, fortalecidas o apuntaladas por las emociones.
Es evidente su relación con Henry Kissinger. Entre los dos predomina la confianza, el respeto y la credibilidad, y en la obligación de tener que elegir entre distintos caminos ella opta por la fidelidad al amigo más que su propio interés. Es más importante el futuro. Y se logra una alianza entre los dos países más allá de la coyuntura.
Ella libra dos batallas simultáneas: su enfermedad y la guerra. Tampoco existen referencias directas al cáncer que la va cercando continuamente. Un combate que inexorablemente desembocará en su muerte. El punto de contacto entre ambas luchas es el largo pasillo, siempre en penumbras y en silencio, con los cadáveres al costado, casi una formación de honor. Para realizarse los estudios y el tratamiento oncológico debe recorrer la morgue, donde yacen los cuerpos. Solo se ven los pies y la tarjeta de cartón identificatoria pendiendo de un hilo atado a los dedos. La muerte está presente indirectamente. A pesar de su estado de salud sigue fumando sin importarle el impacto que produce en su organismo.
En una libretita anota las bajas a medida que recibe las noticias del frente de batalla. Es la manera que encuentra para no olvidar el sufrimiento personal, es tomar conciencia del dolor de cada soldado que cae y sus familiares, es hacerse responsable de las muertes que se producen por sus decisiones. Solo en la escena en que la secretaria recibe la notificación sobre su hijo es que el dolor por la muerte se torna presente y avasalla a todos los presentes.
Mientras tanto su conciencia se va llenando de fantasmas. En el medio de la noche la ataca una pesadilla. Suenan los teléfonos sin interrupciones y al atender no contesta nadie del otro lado de la línea. Son los muertos que reclaman y piden justicia. Y finaliza agotada tirada en el suelo.
Al crecer la presión por el agravamiento de la situación debe confiar más en sus instintos. Debe mantener el equilibrio entre los integrantes de su gabinete escuchando a todos, brindándoles confianza. Cada vez más aislada, intuye el momento de flaqueza del ejército enemigo originada en las malas decisiones tomadas por el presidente de Egipto Sadat y apuesta a todo o nada; prevalece en la opción elegida la mirada instalada en el futuro. Su descanso es subir a la terraza como un anacoreta —apartada del mundo, acompañada por sus pensamientos y los cigarrillos, con la música de fondo de misiles que caen sobre la ciudad y un cielo rasgado por los colores de las trazas de cohetes y las luces que se prenden y se apagan amenazadoras al explotar en el aire—, esa es su realidad. Y en ese lugar,su lugar de meditación, le confiesa a su secretaría que no la tomarán viva si es derrotada.
El austero festejo por la victoria la encuentra rodeada de sus colaboradores, solo ella, es la única mujer en la sala. Así fue su historia desde joven, ocupando cargos de todo tipo en una época que las costumbres vigentes priorizaban los cargos públicos para los hombres; ella lo enfatiza —como un reproche— al expresar que en sus tiempos los funcionarios se ponían de pie al llegar el Primer Ministro en una muestra de respeto. Y con ella no lo hacen.
Queda como broche final la reunión pública —al finalizar la contienda— con los líderes árabes que fueron sus enemigos. En un clima de respeto y distendido los líderes presentes le dan un tono mundano apostando al futuro. Un futuro que la historia se encargará de mostrar está más lejano de toda previsión. Un futuro que permite crear espacios nuevos en conjunto sacando la épica heroica que divide y separa. Se permiten un momento alumbrado de bromas, risas y lo más significativo: hablan de los nietos.
La escena del final es su derrota —a diferencia de la guerra— a manos de la enfermedad que la hostigó en silencio los últimos años. Solitaria, sin compañía, en silencio, solo una combatiente de la vida que no necesitó a nadie para sobrevivir entre lobos.
La escena del final es su derrota —a diferencia de la guerra— a manos de la enfermedad que la hostigó en silencio los últimos años. Solitaria, sin compañía, en silencio, solo una combatiente de la vida que no necesitó a nadie para sobrevivir entre lobos.
Título original : Golda
Año : 2023
Director :Guy Nattiv
Reparto. :Helen Mirren Liev Schreiber Camille Cottin Ellie Piercy Rami Heuberger
Género :Drama – Biográfico. Política. Años 70. Conflicto árabe-israelí
Sinopsis :Las responsabilidades y decisiones intensamente dramáticas y de alto riesgo a las que se enfrentó Golda Meir, también conocida como la ‘Dama de Hierro de Israel’, durante la Guerra del Yom Kippur.
Ficha técnica
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