Amanecer otoñal. La bruma se fuga de su prisión subterránea, a través de grietas y hendiduras de veredas desvencijadas, ajadas por pasos inquietos. Es posible adivinar edificios escondidos tras humos opacos, apenas están contenidos por trazos desprolijos que se escabullen en sombras chinescas. Es el momento del día oportuno para encuentros sorpresivos con espectros, hechiceros, animales mitológicos y elementales. También con duendes traviesos que disfrazados de transeúntes tienden trampas suspendidas de aros fantasmales.
Me detengo distraído bajo la protección de la luz proveniente del foco que se encuentra agazapado sobre el pórtico de una casa en proceso de demolición. Arrastro desde varias cuadras atrás, melancolías pasajeras. Estados de ánimo que en esta época del año nos contagia la ciudad coloreada con un meláncolico gris. Son días de nubes rasantes, de brisas suaves y humedades atrevidas que se cuelan y nos lloviznan los huesos.
—Amigo, mi estado emocional te convoca, es inevitable—. Ambos sabemos por experiencia que mi situación espiritual actúa como un llamador infalible. Es un aullido de auxilio que atraviesa espacio y tiempo buscandote. No importa dónde esté yo, no importa dónde estás tú. Siempre que se asoma una encrucijada, nuestros senderos colisionan, nunca se ignoran.
Adivino tu presencia cercana porque mi piel se suaviza con la empatía que se fue incrementando y alimentando durante tantos encuentros. Pronuncio en silencio tu nombre: Harvey. Mi memoria arroja imágenes sin procesar que se van secuenciando sin orden aparente. Eres un Tulpa tibetano que apareció por casualidad (o no) en un momento en el que un desasosiego profundo, intenso, me inmovilizaba. Surgiste materializado en forma de conejo de tamaño humano, blanco desde los zapatos y de orejas sobresalientes apuntando a cielos extravagantes. Compartimos desde el origen de nuestra amistad palabras en el mismo idioma, perseguimos ambos las mismas quimeras, perseguidos ambos por los mismos fantasmas.
Hoy querido amigo, la pena me asfixia. Necesito tu pelaje comprensivo atrapando mis pesares; preciso que tus garras aterciopeladas rompan las amarras de recuerdos que me arrastran a la soledad de la angustia. Hace falta que me prestes tu carro de ruedas de rayos de colores cambiantes para que mudes mis penas y las arrojes en comarcas lejanas, inaccesibles.
Cuéntame de tus correrías en las que estoy ausente. Has presencia de tu comprensión. Ayúdame a reconstruir utopías. A fabricar la balsa que me aleje del naufragio, del remolino implacable que arrastra lo contingente al abismo. A jinetear en nubes albas que me remonten al arco iris.
Ya te vislumbro. Puntual como siempre, obediente al llamado. Me siento en la balaustrada de La Cañada celebrando una tregua conmigo.
—Hola Harvey. Te esperaba.
GLOSARIO
Harvey (Película, 1950) – James Stewart interpreta a Elwood P. Dowd, un tipo agradable que disfruta de un poco de bebida de vez en cuando. Su mejor amigo es Harvey, un conejo invisible que Elwood afirma tiene más de seis pies de altura. Su hermana se preocupa de que esté loco, y ella le pide a un psiquiatra para que le ayude. Pero a medida que pasa el tiempo y conoce las acciones de Elwood, y se adentra en su filosofía de vida, las personas que lo rodean empiezan también a vislumbrar a Harvey. Una fantasía encantadora basada en la obra de teatro de Mary Chase
Tulpa – Según el budismo tibetano, es una entidad espiritual creada con el pensamiento. Para los yoguis tibetanos, la formación de tulpas es parte del proceso místico de aprendizaje, mientras que para la ciencia moderna es solo el fruto de la sugestión. El tulpa es una construcción mental, un ente místico creado por un acto de la imaginación y de la voluntad, que adquiere consistencia física.
Es como un fantasma o ectoplasma formado por un monje o iniciado después de una larga meditación. No es una simple visión, sino un fenómeno dotado de consistencia física, que es capaz incluso de emitir olores y sonidos, entre otras cosas.
Puede tomar la forma de un animal, un objeto, un edificio, un paisaje o un ser humano.